lunes, 11 de mayo de 2009

La poesía y el rock español


Rebeldes y sucios. Así se ha descrito muchas veces a los cantantes y seguidores del rock and roll. Su estética siempre era contraria a la que dictaban los grandes almacenes y ya por eso se ganaron enemigos. Sin embargo, pocas veces se ha entrado de lleno a analizar la poesía que corría por las venas de esos jóvenes transgresores.

Si enfocamos el caso de España, hay que empezar hablando de los cantautores. Gente como Sabina, Krahe, Aute, Serrat y compañía junto a otros compositores latinos, sirvieron de inspiración a artista con otras influencias. En los 80 el grupo más conocido de heavy fue Leño, al que ahora mismo le están haciendo un disco tributo. Sin embargo sus letras eran más rebeldes y menos intimistas. El primer grupo que usó la música para evadirse mediante la poesía fue Extremoduro. Aunque contiene dosis de letras duras, Roberto Iniesta –líder de la banda- se ha servido de poetas como Machado, Neruda, Miguel Hernández, Marcos Ana, etc. Desde su primer disco Rock Transgresivo, Robe ha llevado la metáfora a las salas de concierto, huyendo a veces de estribillos fáciles y repetitivos. Uno de los grupos que le siguió fue Platero y tú, cuyo nombre hace alusión a la famosa obra de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo. Otros, como Loquillo, han evolucionado hacia el intimismo con el paso de los años.




Hablando de los dos primeros, Roberto Iniesta de Extremoduro y Fito Cabrales junto a Iñaki “Uoho” Antón de Platero, se unieron para hacer un disco tributo al poeta Manolo Chinato. El disco se tituló Poesía básica y su función era dar musicalidad a versos del poeta.



Los Suaves son otro grupo que ha buscado transmitir con letras con sentido. Entre ellas hay una letra Juan Goytisolo que ya fue cantada por Paco Ibáñez. Otros como Tierra Santa y Marea han adaptado poemas de Espronceda y de Lorca. El caso de Tierra Santa es especial, ya que casi todas sus canciones van de mitos griegos y demás fábulas de la literatura universal.



Lo que uno aprecia es que el rock español, que tan poca repercusión tiene en los medios generalistas, es mucho más profundo de lo que se puede creer desde fuera. Algunos autores como Kutxi Romero van por su segundo libro de poesía y otros como el citado Roberto Iniesta descubren a poetas en el olvido como Santos Isidro Seseña, del que recita unos versos en su canción Salir. Pero los roqueros españoles también componen en verso de tal manera que se han convertido en motivos de estudio. En la universidad de Alcalá de Henares se impartieron hace dos años unas conferencias sobre este fenómeno.



La evolución se ha plasmado en grupos emergentes con letras muy largas cargadas de metáforas y símbolos literarios muy distantes de la música que empezó Leño. Es el ejemplo de Gritando en Silencio, Forraje, Sínkope y muchos más.



Hace unos meses El País publicó que las ventas de obras de demostrada elaboración estaban ganando a fenómenos más comerciales. Si como ellos dicen,
la cultura ya es de masas, el rock español tiene un futuro muy esperanzador.




Citas de dichas bandas:

“Maldigo a aquel que
quiere gobernar la vida,
sin las palabras del poeta
y sin las manos del artista.” Alucinante de Platero y tú.

“Mi almohada está llena
de cuando no estabas,
de todo, de nada,
de besos de esos
que nunca me dabas” Duerme conmigo de Marea.

“En el aire cultivo
palabras que voy a
susurrarte al oído” En tarros de miel de Sínkope.

“Si no fuera
porque hice colocado
el camino de tu espera
me habría desconectado,
condenado
a mirarte desde fuera
y dejar que te tocara el Sol.
Y si fuera
mi vida una escalera,
me la he pasado entera
buscando
el siguiente escalón,
convencido
de que estás en el tejado
esperando a ver si llego yo” La vereda de la puerta de atrás de Extremoduro

Reportaje redactado por Juan Francisco Sainz de los
Terreros Crespo

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